Otra forma de legislar los perros potencialmente peligrosos

Legislar los llamados perros potencialmente peligrosos es un problema sin resolver. Con el paso del tiempo, hemos visto países en los que las legislaciones restrictivas no han supuesto cambios en las estadísticas de mordeduras, como en Canadá, otros en los que la prohibición llega a vetar determinadas razas (Bermudas), y algunas propuestas inteligentes, como la realizada por la Asociación Veterinaria Australiana.

Del dicho al hecho…
Sin embargo, aunque la propuesta para la gestión de perros potencialmente peligrosos de la Asociación Veterinaria Australiana es de las más inteligentes que se han elaborado, en Sidney han preparado un compendio de medidas en las que se toma un poco de cada, pero dando una vuelta de tuerca. Una ley salomónica en la que hay medidas extremadamente restrictivas.

Se considera «perro potencialmente peligroso» a cualquiera (independiente de su tamaño o raza), que haya atacado o matado a una persona o animal sin provocación, o que haya presentado en repetidas ocasiones ataques o persecuciones a personas o animales. No deja de ser curioso -y preocupante- que no se haga distinción en «persecución a animales», ya que cualquier perro de caza podría ser considerado PPP, ¡incluso un galgo!

Razas criminalizadas. Sin embargo no es tan sencillo ni idílico, sí existen unas razas que por el mero hecho de serlo se consideran «potencialmente peligrosas», que son: American Pitbull Terriers o «Pitbull» (aquí engloban de forma genérica a todos los perros de tipo «bully»), tosas japoneses, dogo argentino y fila brasileiro. Estas razas no pueden criarse, comprarse ni regalarse. En realidad están prohibidas, aunque la nueva Ley contempla que se puedan tener se poseían con anterioridad, y se censan y cumplen una serie de requisitos.

Los perros considerados peligrosos (los primeros, por sus antecedentes), y los potencialmente peligrosos (los segundos, por pertenecer a una raza) deben: Ser castrados, censados con microchip y registrados, en casa el perro debe mantenerse dentro de un recinto cerrado (en el exterior de la casa de debe advertirse de su presencia), llevar bozal firmemente ajustado cuando esté fuera de su recinto (tanto en casa como en un lugar público), cuando el perro esté fuera del recinto debe llevar un collar de rayas rojo e ir sujeto por una correa o cadena segura, por último no se pueden soltar nunca (hace mención expresa de que tampoco en los parques en los que se permiten perros sueltos). ¿Recuerdas que mucho más cerca, en Dinamarca, hay 13 razas de perros prohibidas? Pues en Sidney parece que irán por el mismo camino.

Las infracciones a los puntos anteriores se sancionan con multas de hasta 55.000 dólares, y con penas de prisión de hasta dos años.

Así que Sidney se ha convertido en una de las ciudades con una Ley de Perros Potencialmente Peligrosos más restrictivas del mundo. Y no solo están prohibidas determinadas razas, sino que se las castiga de por vida, con un collar que permita su identificación, al mismo tiempo que se les condena a vivir en una jaula.

• Más información: Folleto informativo de la legislación de perros potencialmente peligrosos en Sidney.

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