El ejercicio en los perros, pero ¿cuánto ejercicio?

El ejercicio es (casi) siempre positivo ¿no?

Que los perros tienen que hacer ejercicio es algo sabido. Que ese ejercicio les permite mantener el peso ideal en la vida más o menos sedentaria que le ha tocado vivir es algo lógico y nadie quiere tener un perro obeso (sobre todo por su salud), el ejercicio -además- nos ayuda a que nuestros perros estén más tranquilos en casa… ¿Seguro que es así?

El ejercicio en el perro, en su punto justo
Dando por hecho que estamos hablando de perros ya formados (los cachorros deberían hacer el ejercicio que ellos quieran, ni más ni menos), y que no existe ningún problema de salud que lo limite (por ejemplo displasia de cadera, o hernias discales, por mencionar los más frecuentes) los perros tienen deberían hacer el ejercicio que sea adecuado a su capacidad física.

La capacidad física la definen dos factores, por un lado la raza y/o morfología, y por otro el individuo. No «necesita» descargar la misma energía un bulldog inglés que un border collie, pero… no será igual un border collie «de piso» que otro pastor que trabaja 12 horas al día (en realidad el segundo no necesita ningún ejercicio más ¿verdad?).

En cualquier caso la parte física del ejercicio en los perros es relativamente sencilla de medir y ajustar a cada individuo. Donde está el verdadero problema del «ejercicio» es en la sobreexcitación que conllevan muchas de las actividades que realizamos. Una simple pelota o un frisbee pueden ser tremendamente perjudiciales para los perros si no se utilizan correctamente. El resultado son perros adictos a los juguetes, que no son capaces de relajarse ni un segundo, incapaces de relacionarse o gestionar emocionalmente situaciones cotidianas.

Los perros pueden eliminar el estrés acumulado, pero necesitan que pase tiempo (días) sin «recargarlo»

Los ejercicios explosivos y continuados generan más estrés, y el estrés es acumulativo. La buena noticia es que el cuerpo del perro es capaz de eliminarlo, pero para que eso suceda realmente y el perro pueda acometer otras sesión es necesario que pase tiempo (días). Un perro no puede salir todos los días al parque y pasar media hora de lanzamientos de pelota ininterrumpidamente, su organismo no lo puede soportar de una forma saludable. Es algo que los aficionados avanzados a deportes caninos con una alta carga emocional, por ejemplo el frisbee, conocen, pero que las personas de a pie en demasiadas ocasiones ignoran.

¿Qué tal si recordamos los orígenes?
Disfrutar de y con los perros es disfrutar de las cosas sencillas. Pasear por el campo con amigos (de dos y cuatro patas), oler aquí y allá, observar al ganado a lo lejos, y a lo mejor correr detrás de una urraca impertinente durante unos segundos… Es apto para cualquier perro y es todo lo que necesitamos (ellos y nosotros). A nadie (al menos a nadie con sus facultades mentales medianamente ordenadas) se le ocurriría meter al perro en una granja de pollos media hora para que el perro se desahogue y se canse…Y no es tan diferente de lanzar la pelota una y otra vez como un robot.