Enseñar a los perros a aprender, es nuestro deber

¿Es posible planificar un aprendizaje libre de errores?

¿Es posible el aprendizaje libre de errores? 1. Hay que aportar mucha información al perro. 2. Y hay que preparar el entorno.

En los círculos más o menos cercanos al adiestramiento se está hablando en los últimos tiempos mucho, muchísimo, sobre el “aprendizaje libre de errores» en el perro. Algo que en realidad es una utopía, pero que puede convertirse en el norte a seguir si queremos que nuestro perro “aprenda” de una forma rápida y consistente. Tenemos dos caminos:

1. Hay que aportar mucha información al perro
Y además de abundantes, esa información tiene que ser inteligible para el perro. Nuestro feedback hacia el perro tiene que ser muy claro, sin dejar lugar a la duda por su parte. Somos nosotros los que planificamos las sesiones de entrenamiento con nuestros perros, así que es nuestra responsabilidad hacer ver al perro que estamos “aprendiendo algo”, no simplemente jugando. La información debe ser clara (clicker, “muy bieeen”, lo que quieras), precisa y exacta (en el momento apropiado) y abundante (mejor pecar por exceso que por defecto, ya habrá tiempo de eliminar información).

El perro tiene que saber que ha acertado, pero también que ha fallado. El “no informativo” tiene un enorme valor para indicar al perro que debe intentar otra acción, que la que ha realizado no era la correcta, pero de nosotros dependerá que el criterio evolucione de forma lógica y a la medida del perro, ascendiendo escalones de forma continua, segura y consistente. La exigencia debe adecuarse al perro, y para eso no hay medidas mágicas sino experiencia.

2. Y hay que preparar el entorno
Kay Laurence, conocida por su excelente y preciso manejo del clicker (para muchos es la mejor entrenadora con clicker del momento), destaca en mi opinión aún más en otra faceta: es toda una maestra en preparar el entorno, e incluso modificarlo para obtener éxito en sus sesiones de moldeado con clicker. Kay utiliza paredes, sillas, cubiletes… ¡todo lo que exista en el entorno! para crear caminos claros y evidentes hacia el comportamiento deseado. Gracias a esa preparación del entorno, el perro se equivoca poco y avanza más rápido hacia la acción deseada.

¿Es posible el aprendizaje libre de errores? 1. Hay que aportar mucha información al perro. 2. Y hay que preparar el entorno.

Un perro bien adiestrado acertará, pero cuando no lo haga también tolerará la frustración de los fallos

¿Y si un perro no se equivocara nunca…?
Pues si durante el aprendizaje un perro no se equivocara nunca, sería un perro con claras opciones a no tolerar la frustración de un fallo en la vida real. Los errores no son malos, son parte del aprendizaje, pero para que el error sea la motivación que lleva al perro a intentarlo con más ganas si cabe, es imprescindible que el guía maneje con pericia el envío de información al perro y que el entorno ayude. Un perro bien adiestrado es un perro que sabe gestionar emocionalmente los malos momentos, tolerando la frustración sin venirse abajo.

También te puede interesar…:
%RELATEDPOSTS%

2 comentarios en “Enseñar a los perros a aprender, es nuestro deber

  1. Hola, me surgen varias dudas al leer el artículo, por un lado si hacemos un adiestramiento libre de errores el perro aprende mas rápido, pero si el perro no se equivoca nunca, podemos crear un perro que no tolere la frustración de un fallo.
    ¿debemos entonces provocar el fallo alguna que otra vez?
    Carlos Alfonso ponía un ejemplo en su libro sobre el junto, decía que lo entrenaron en todo tipo de situaciones y criterios y los perros lo hacían genial por el echo de resolver problemas,pero después si lo pedían en una situación mas fácil les costaba realizar la conducta,¿donde dejamos entonces la subida de criterios para que generalice la conducta en toda situación posible?,gracias, un saludo.

    1. Diego, estás planteando el quid de la cuestión.
      En mi opinión, un aprendizaje libre de errores puede ser muy rápido y efectivo. Incluso se puede aprender en una sola repetición, pero es la parte conductista. La parte emocional, la que contempla la resistencia a la frustración, me dice que efectivamente un perro (o una persona) tiene que aprender a gestionar sus fallos, y para eso debe cometerlos. Otro motivo de debate sería el caso en el que el perro falle mucho, en el que algo estaríamos haciendo mal, sin duda.
      El avance de criterio manejando las pequeñas extinciones de comportamientos ya consolidados es la parte más complicada del adiestramiento.
      Saludos!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *