Y lo que hay que saber sobre las diferentes «edades» en los perros…
Aunque todavía se puede escuchar, quedan lejos las teorías que aseguraban que la edad en los perros simplemente era una operación en la que se multiplicaban por siete los años humanos. Hoy sabemos que los perros no maduran ni envejecen de forma lineal, pero las diferencias pueden ser enormes de un perro a otro, incluso de la misma raza. Es mucha información, así que «no están todos los dato que son, pero sí son todos lo que están…».
El perro, a lo largo de su vida
2 meses. Es la edad idónea para que el cachorro cambie de casa hacia su nuevo hogar. Si el cachorro tiene una edad inferior puede sufrir problemas de conducta relacionados con miedos. Prohibidos los ejercicios bruscos, especialmente los saltos.
De los 2 a los 4 meses. Es el momento de la socialización del cachorrro. El cachorro debe vivir muchas experiencias, variadas y positivas. No habrá vuelta atrás, así que estamos en un período crítico para su madurez. Ojo con completar bien el ciclo de vacunas del cachorro. Se le puede educar para la convivencia, no hay por qué esperar (andar sin tirar de la correa, comportarse en casa y en la calle…). Las placas de detección de displasia se pueden hacer a partir de los 3-4 meses de edad.
4 a 6 meses. Cambia la dentadura de leche por la definitiva. Dolor, muebles mordidos, diarreas y tal vez doble dentadura… No son unas semanas fáciles, pero pasan pronto. Y si todavía «hace sus cosas en casa»… Tranquil@, también debería pasar pronto, su esfínter no puede aguantar muchas horas. ¡Pero pronto olvidarás la fregona!
6 a 12 meses. Madurez sexual. La mayoría de las hembras tendrá su primer celo antes del año de edad. Los machos también maduran, lo que se traduce en la «edad del pavo perruna», en algunos perros habrá peleas y broncas que deberían ir disminuyendo a medida que crecen.
1 año. El cachorro ya tiene su alzada definitiva, no crecerá más, aunque sí ensanchará. Puedes cambiar la alimentación a «adulto». Es grande, pero es un cachorro, que no se te olvide. ¿Recuerdas que estaban «prohibidos» los ejercicios bruscos? Se levanta la prohibición, si las placas de displasia han dado bien no forzaremos al perro, por supuesto, pero puede saltar y jugar como quiera.
1 a 2 años. Todavía es muy joven. A veces no nos damos cuenta porque, claro, ya es grande de tamaño, pero es un perro muy joven, con sus locuras propias de la edad.
2 años. Es una edad fantástica, sigue siendo muy joven, pero ya puede alcanzar un buen nivel en deportes caninos. Y si es un perro de compañía ya estará en su momento álgido.
3 a 6 años. La madurez, machos y hembras están en el mejor momento para los perros en todo, para trabajar, para tener cachorros… Y también son los mejores años del perro en sus capacidades cognitivas para procesar información.
7 años. Comienza el declive físico. Parece demasiado pronto, pero para muchas asociaciones veterinarias un perro de siete años es un perro senior. Las articulaciones, los primeros síntomas de artrosis… A partir de los siete años -no importa si es macho o hembra- el perro debe pasar revisiones veterinarias más exhaustivas. Es hora de cambiar la alimentación, probablemente a una más ligera, o tal vez especial para sus problemas.
10 años. El perro mayor. Pueden aparecer los primeros problemas cognitivos, similares al Alzheimer humano. En los perros con problemas articulares se harán más patentes y notorios. También pueden manifestar cataratas y problemas de visión. La boca es otro punto a revisar con frecuencia. Ha llegado el momento de cuidar de él/ella mucho más y hacerle las cosas más fáciles (evitar escaleras, días de calor o frío…).
12 años y mas. El perro geriátrico. Muchos perros llegan a los 10 años con una salud a prueba de bombas, pero superar los 12 ó 13 años sin «goteras» es muy raro. Además de los problemas mencionados en el punto anterior, puede aparecer incontinencia, y una importante disminución de actividad. Es un abuelito/a, así que todo debe enfocarse a hacer de sus últimos años de vida una experiencia agradable y fácil. Es importante mantener una actividad física y mental normal, pero sin excesos ni exigencias absurdas.