Salvan la vida a un perro detector de explosivos

Una nueva vida para Kay

La historia de Kay, un perro detector de explosivos, mestizo de pit bull y labrador, e su lucha contra un tumor de corazón.

Kay es un mestizo de pit bull con labrador muy especial. Durante tres años estuvo destinado en Irak y Afganistán como perro detector de explosivos. De su olfato dependía la vida de cientos de soldados, y él nunca falló. Brandon Donahue fue su guía durante todo ese tiempo y cuando Kay se retiró del servicio Brandon decidió llevárselo a casa con él. Corría mayo de 2013.

Mala pasada del destino: un tumor en el corazón
Al poco tiempo ay fue diagnosticado con un tumor en el corazón. Una dolencia «inoperable», con la eutanasia como única salida. Pero Brando Donahue no se rindió «fue un perro que dio más de lo que se le pedía, teníamos que devolverle todo lo que había hecho por nosotros».

Salvar al «perro del diablo»
Los talibán llamaban a Kay «el perro del diablo», era su peor pesadilla, y a su leyenda contribuyó no solo su tremenda eficacia detectando artefactos explosivos en los polvorientos caminos afganos, sino también que con la luz del desierto sus ojos se veían de un rojo intenso. Brandon Donahue haría cualquier cosa por salvar a Kay.

La cirugía de Kay era «imposible» además de muy cara. Pero Brandon no se vino abajo, recaudó los más de 9.000 dólares que constaba la operación y postoperatorio de Kay con los mejores especialistas de la Universidad de Colorado. Drenaron el líquido que envolvía el corazón de Kay, atacaron el tumor, y gracias a esa intervención Kay disfruta hoy de una nueva oportunidad y un retiro digno con su compañero humano, al que tantas veces salvó la vida con su olfato.

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