La resonancia magnética demuestra que queremos a los perros como a hijos

Los sustratos neurales que subyacen en la relación humano-animal doméstico son en gran parte desconocidos por la ciencia. Los investigadores responsables de este estudio, examinaron los patrones de activación cerebral mediante resonancia magnética funcional, analizando la imágenes resultantes de madres viendo fotos de su propio hijo y de su perro, y un niño desconocido y otro perro también desconocido…

Resultados ¿sorprendentes? sobre la relación humano/perro
Los investigadores encontraron que había una red común de las regiones del cerebro implicadas en la emoción, la recompensa, la afiliación, el procesamiento visual y la cognición social cuando las madres vieron imágenes tanto de su hijo cono de su perro, aunque con pequeños matices.

La visualización de las madres de las imágenes de sus hijos resultaron en una actividad cerebral en el cerebro medio (área tegmental ventral / sustancia negra involucrada en la recompensa / afiliación), mientras que el patrón de activación cerebral cortical más posterior que implica un giro fusiforme (procesamiento visual de rostros y la cognición social) caracteriza la respuesta de una madre hacia su perro.

Las madres también calificaron las imágenes de su hijo y su perro como la obtención de niveles similares de excitación (excitación) y simpatía (valencia), aunque la diferencia en la propia comparación vs. niño desconocido era más grande que la propia vs comparación perro desconocido (excitación).

Las calificaciones de valencia de su perro también se correlacionaron positivamente con puntuaciones de apego a su perro. Aunque hay similitudes en la experiencia y la función emocional percibida asociada con la madre-niño y el vínculo madre-perro. También hay diferencias importantes que pueden reflejar la variación en el curso de la evolución y el funcionamiento de estas relaciones.

• Más información: El estudio completo está publicado en este enlace.