Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte han desarrollado un conjunto de tecnologías que se pueden utilizar para mejorar la comunicación entre perros y humanos
Este arnés tendrá múltiples aplicaciones: desde la búsqueda y rescate de perros de servicio hasta la educación de nuestros animales domésticos.
«Hemos desarrollado una plataforma para la comunicación mediada por ordenador entre los humanos y los perros que abre la puerta a nuevas vías para la interpretación de las señales de comportamiento de los perros y de enviarles señales claras e inequívocas a cambio«, dice el Dr. David Roberts, profesor asistente de ciencias de informática en NC State y co-autor principal de un artículo sobre el trabajo de este curioso gadget.
Muchas tecnologías para «hablar con los perros»
«Tenemos un prototipo totalmente funcional, pero estaremos refinando el diseño a medida que exploramos más y más aplicaciones para la plataforma». La plataforma en sí es un arnés que se ajusta cómodamente en el perro, y que está equipado con una increíble variedad de tecnologías.
«Hay dos tipos de tecnologías de comunicación en este parato» dice el Dr. Alper Bozkurt, profesor asistente de ingeniería eléctronica e informática en NC State y co-autor. «Una de las tecnologías nos permite comunicarnos con los perros, y la otra es la que que les permite a ellos comunicarse con nosotros».
«Los perros se comunican principalmente a través del lenguaje corporal, y uno de nuestros retos fue desarrollar sensores que nos hablen acerca de su comportamiento mediante la observación de su postura de forma remota», dice Roberts. «Por lo que podemos determinar cuándo el perro está sentado, de pie, corriendo, etc. Incluso cuando los perros están fuera de la vista el ordenador del arnés (del tamaño de una baraja de cartas) transmite los datos de forma inalámbrica.
Un arnés muy complejo
«Al mismo tiempo, hemos incorporado altavoces y motores de vibración -llamados hápticos- en el arnés, que nos permiten comunicarnos con los perros», añade Roberts. «Desarrollamos software para recopilar, interpretar y comunicar esos datos, y para traducir las solicitudes humanos en señales en el arnés», dice Rita Brugarolas, un Estado Ph.D. NC estudiante y co-autor del artículo. La tecnología también incluye sensores fisiológicos que controlan cosas como la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal. Los sensores no sólo rastrean el bienestar físico del perro, y pueden ofrecer información sobre el estado emocional del perro, por ejemplo, si está excitado o estresado.
Se puede personalizar según lo que se desee
Estas tecnologías forman el núcleo de la plataforma, pero se pueden personalizar con dispositivos adicionales, dependiendo de la aplicación específica. «Por ejemplo, para la búsqueda y rescate, hemos añadido sensores ambientales que pueden detectar peligros como fugas de gas, así como una cámara y micrófono para la recopilación de información adicional», dice Bozkurt.
«También estamos muy interesados en abordar el estrés en perros de trabajo, como los perros guía para ciegos», dice Sean mealin, un Estado Ph.D. NC estudiante y co-autor del artículo. «Somos dependientes de los sensores fisiológicos y de comportamiento para darnos una imagen del estado mental y emocional del perro».
«Esto puede ayudar a los manipuladores a identificar y mitigar el estrés de los perros, mejorando la calidad de vida de un perro», añade Mealin. «Es un tema importante. Especialmente porque los perros guía son criados y entrenados para no mostrar signos de estrés en su comportamiento».
Además de la investigación de respuesta a desastres, el equipo de investigación ya ha hecho el trabajo que utiliza la plataforma para ayudar en el entrenamiento del perro. Ahora se encuentran en las primeras etapas de la miniaturización de las tecnologías y la mejora de los sensores fisiológicos para su uso en hospitales y refugios para animales.
«Esta plataforma es una herramienta increíble, y estamos muy emocionados acerca de su uso para mejorar el vínculo entre los perros y sus seres humanos«, dice la doctora Barbara Sherman, profesora clínica de comportamiento animal en la Facultad de Medicina Veterinaria.
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