Los perros nos hablan continuamente

Pero… ¿sabemos lo que nos dicen?

Los perros son animales sociales, viven en grupos (manadas) en las que es necesario comunicarse para que reine un cierto orden. De igual modo, los perros interactúan con «sus» humanos», se comunican, pero nosotros no siempre les comprendemos.

La capacidad comunicativa del perro
Nosotros, los humanos, hemos perdido a lo largo de los siglos muchas de nuestras posibilidades de comunicación. El lenguaje es capaz -al menos en teoría- de sustituir al resto de sistemas de comunicación. Hablamos por teléfono o nos mensajeamos sin vernos las caras, el texto hablado o escrito es nuestros principal medio de comunicación con los perros… Y es un tremendo error. Los perros entienden mejor los gestos, las miradas, que los sonidos.

Los perros hablan menos que nosotros, pero se comunican mas
Sin embargo, los perros no son grandes comunicadores mediante la vocalización y los ladridos. Es cierto que existe un ladrido de «no hagas eso», otro de «vamos a jugar», o de «me has hecho daño», pero los perros son mucho más sutiles en el lenguaje: Todo su cuerpo habla.

El lenguaje de los perros, para humanos torpes
¿Has visto el vídeo anterior? Es muy ilustrativo, y en él vemos que el perro (y el lobo) utiliza básicamente cuatro medios de lenguaje (y la combinación de todos ellos):

• Los perros utilizan el cuerpo entero para comunicarse. Haciéndose más grande para amenazar e intimidar, o más pequeño (tendiéndose en el suelo) para pasar desapercibido y pedir perdón…

• También las orejas. Las orejas altas transmiten atención, las bajas sumisión (pero también pueden ser indicativas de juego). Las orejas nos hablan sin duda.

• Los ojos son muy importantes. Una mirada fija es sinónimo de tensión, la mirada de «ballena», dejando ver parte del blanco de los ojos, es una conocida señal de calma…

• La cola es importantísima para los perros.  Y qué decir de la cola, que por sí sola puede indicar todos y cada uno de los estados anímicos de nuestros perros. Observa la cola de un perro y aprenderás un lenguaje nuevo.

Pero todo estos son solo pequeñísimas pinceladas, y sobre todo una invitación a observar a nuestros perros con la mente abierta, esperando aprender su riquísmo lenguaje. Si avanzáramos en este apasionante camino, nuestra relación mejoraría exponencialmente.