Los perros pueden discriminar las expresiones emocionales de los rostros humanos
Es algo que muchos nos imaginábamos (por no afirmar que lo sabíamos). No hay muchas dudas acerca de si los perros son capaces de interpretar emociones básicas humanas, pero ha sido ahora cuando se ha publicado en la prestigiosa revista Currrent Biology un artículo en el que se demuestra que los perros pueden discriminar expresiones emocionales en los rostros humanos
Una cara amable Vs otra cara enfadada…
Los investigadores afirman «podemos descartar que la discriminación se basa en las señales locales simples». Esta capacidad puede depender de una amplia interacción con los seres humanos y / o la domesticación.
La cuestión de si los animales tienen emociones y responden a las expresiones emocionales de los demás se ha convertido en un foco de investigación en la última década. Sin embargo, hasta la fecha, ningún estudio ha demostrado de manera convincente que los animales discriminan entre las expresiones emocionales de otras especies, excluyendo la posibilidad de que respondan a otro tipo de señales simples.
La emoción como fuente de información
Aquí, los investigadores demostraron que los perros utilizan la emoción de otra especie (el hombre) como una señal discriminativa (algo único en el mundo animal, porque aunque por ejemplo los chimpancés son capaces de interpretar emociones de sus congéneres, no lo pueden hacer con otras especies). Se probó de que los perros aprendieran a discriminar entre los rostros humanos felices y otros enfadados en 15 pares de imágenes, por lo que para un grupo se muestra sólo la mitad superior de las caras y para el otro grupo solo se muestran las mitades inferiores de las caras, los perros se pusieron a prueba con cuatro tipos de ensayos: (1) el mismo medio de las caras como en el entrenamiento, pero de caras nuevas, (2) la otra mitad de las caras utilizadas en la formación, (3) la otra mitad de las caras nuevas, y (4) la mitad izquierda media de las caras utilizadas en el entrenamiento previo.
Los investigadores encontraron que los perros que fueron recompensadas por las «caras felices» aprendieron la discriminación con mayor rapidez que los perros que fueron premiados los rostros enfadados. Esto puede predecir si los perros reconocen la cara enfadada como un estímulo aversivo. Además, los perros sobrepasaron significativamente el nivel del azar en las cuatro condiciones de la prueba, sin embargo no queda claro si los perros se pueden «contagiar» de esas emociones de los humanos, o si se trata de un comportamiento aprendido (se trataba en todos los casos de perros domésticos) o innato. Los investigadores repetirán el mismo experimento con cánidos domesticados pero sin experiencia previa con seres humanos. No en vano, los investigadores llegaron a la conclusión de que los perros utilizan sus recuerdos de rostros humanos y sus emociones reales para llevar a cabo la tarea de discriminación.
• Más información: Current Biology, artículo «Los perros pueden discriminar las expresiones emocionales de los rostros humanos».