Otra técnica muy eficaz para los animales: la zoofarmacognosis

La palabra «Zoofarmacognosis» fue «inventada» por el Dr. Eloy Rodríguez, y se deriva de tres palabras griegas: zoion que significa animal; pharmakon que significa medicina y gnostos que significa conocimiento.
Básicamente la zoofarmacognosis se trata de permitir que los animales puedan aprovechar su sabiduría innnata para elegir las sustancias que necesitan para mantener o recuperar su salud tanto física como mental y emocional.
Cuando los animales viven en un estado de libertad, dedican gran parte de su vida a buscar no sólo los alimentos que necesitan sino también las sustancias necesarias para su salud. Se sabe que los elefantes hacen grandes esfuerzos para encontrar arcillas. Otros animales buscan sales. Muchas aves utilizan arcillas y plantas para eliminar los parásitos: los estorninos incorporan ciertas hierbas en el nido para reducir o eliminar los parásitos que pudieran invadir los recién nacidos y así se aseguran de que la prole sea más fuerte y crezca más sana.
Sin embargo, los animales que viven en cautiverio o en un entorno doméstico se ven privados de esta posibilidad, ya que nosotros los humanos, dominamos todas las facetas de su vida. Determinamos cuándo pueden comer y lo que comerán; dónde dormirán y sobre qué; cuándo y dónde se pasearán; cuándo podrán jugar y con quién etc. En estas circunstancias es prácticamente imposible que puedan encontrar las sustancias que les podrían ser de ayuda.
La zoofarmacognosis aplicada pretende remediar esta situación. Pero ¿cómo? Ofrecemos a los animales diferentes sustancias que ellos pueden elegir. La clave de esta técnica es que nosostros, los humanos, no les obligamos a tomar ni a aceptar nada. Simplemente actuamos de intermediarios facilitando las sustancias que los animales elegirán o no según sus necesidades.









