Socialización de cachorros ¿y si lo planificamos?

La socialización del cachorro le marcará de por vida

Socialización de cachorros ¿y si lo planificamos?

Son apenas unas semanas, pero el esfuerzo que realicemos durante ese tiempo ser verá recompensado durante el resto de su vida.

La verdadera importancia de la socialización
Antiguamente, de los perros con problemas de socialización con personas se decía que estaban «poco tocados». Puede que sea así (lo de «poco tocados»), pero lo cierto es que hace no muchos años nadie hablaba de la socialización del cachorro desde un punto de vista técnico. Se sabía que los perros tenían que salir a la calle y tratar con sus congéneres, también con humanos, claro. Era todo mucho más natural: Ibas a un parque, y tu perro estaba suelto interactuando con todo lo que le rodeaba. Como era un cachorro se acercaba a los niños, y los niños le tocaban, jugaban… Y tal vez hasta compartían la merienda con el cachorro.

De vuelta a casa el perro entraba hasta en el bar de la esquina (donde se comía un par de cabezas de gamba y unos huesos de aceituna… ¡y no se ponía malo!). El resultado es que los perros estaban integrados en la sociedad desde el momento en el que nacían.

Socialización de cachorros ¿y si lo planificamos?

Socialización de cachorros, año 2015
Ahora, como en tantas cosas, hemos evolucionado a peor. Tenemos más conocimiento que nunca sobre todo lo que nos rodea (incluido el comportamiento de los perros), pero hemos perdido mucho de lo natural (y no entiendas por «natural» ningún guiño al perroflautismo).

Los cachorros no pueden ir a todos los parques -solo a unos pocos «autorizados»-, no se pueden soltar -o no a cualquier hora-, tienen que interactuar con perros no siempre equilibrados, y en entornos urbanos podemos tener muchos problemas si un niño se acerca…

Ni que decir tiene que si hablamos de Perros Potencialmente Peligrosos la cosa se pone aún peor. Urge preparar un pan de actuación, tenemos que planificar la socialización del cachorro.

Planificación de la socialización
No caigas en un método estricto y cuadriculado, pero sí ten en cuenta las siguientes tres reglas básicas:
• La ventana de socialización se acaba, tiene un fin en el tiempo. No lo dejes «para la semana que viene», porque no habrá vuelta atrás.

• No hay segunda oportunidad de causar una buena impresión. las experiencias desgradables pueden marcar a tu cachorro (el condicionamiento clásico «es lo que  tiene»), así que hay que tener mucho cuidado en estas primeras salidas.

• Prepara un buen menú de estímulos (pero sin sobre-estimular). Esto es: que el cachorro vea e interactúe con personas variadas en edad, indumentaria, complexión, altura; que viva las circunstancias del entorno de forma natural, por ejemplo coches, carritos, maletas, monopatines…; y que trate con perros y otros animales (sobre todo con animales frecuentes como pueden ser los gatos). Nunca fuerces las situaciones, deja que todo empiece y termine… O que no empiece si el cachorro no quiere.

Y deja que el todo fluya por su propio camino. La socialización es importantísima, pero precisamente por eso hay que dejar que la Naturaleza haga su trabajo sin que nosotros interfiramos.

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