Claro que se puede evaluar el temperamento del pastor alemán ¿sabes cómo?
El pastor alemán ha sido uno de los perros peor seleccionados en la segunda mitad del siglo XX. Muchos problemas físicos, sobre todo en caderas, pero también de comportamiento, han propiciado que de unos años a esta parte sea precisamente el pastor alemán una de las razas en las que más criterios de selección se siguen por parte del Real CEPPA, y uno de ellos es la evaluación del temperamento que permite clasificar a los perros en uno de estos siete niveles.
Los criterios del Real CEPPA para evaluar el temperamento del pastor alemán
1. Perro con temperamento firme, equilibrado, tranquilo, seguro, confiable, y con alto nivel de motivación.
2. Perro con temperamento firme, equilibrado, variable (un poco intranquilo), impetuoso (activo), con un nivel medio alto de motivación.
3. Perro con temperamento firme, equilibrado, excitable incluso hasta pudiendo perder el control, con un nivel medio de motivación.
4. Perro con temperamento débil, se debe mantener siempre bajo control, tembloroso, el nivel de motivación es bajo.
5. Perro con temperamento desequilibrado, sensible, sin confianza en sí mismo, suavemente miedoso, mordedores por miedo, el nivel de motivación es muy bajo.
6. Perro con temperamento muy débil, nervioso, llegando incluso a ser neuróticamente temeroso, miedoso o asustadizo, con un nivel de motivación muy bajo.
7. Perro con temperamento muy débil, aquejados de una enfermedad hereditaria psíquica, perro enfermo, el nivel de motivación es nulo.
En las pruebas de trabajo del pastor alemán del CEPPA (obligatorias para la cría) se evalúa el temperamento de los perros en busca de mejorar el temperamento de las generaciones futuras. Como puedes imaginar, el deseable es el primero (temperamento firme, pero seguro, un perro de confianza que mantiene alta la motivación, con resistencia a la frustración). Sería el pastor alemán perfecto, con el que todos soñamos… Y si el color es sable, o gris, o fuego, o la máscara es más o menos negra… Sinceramente, debería ser indiferente.