Película «Desierto», otra vuelta de tuerca al malinois

La película Desierto supone un nuevo peligro para el malinois

Pelicula desierto

Las películas no son buenas amigas de los perros. Al contrario, son responsables de muchos problemas, abandonos e incluso deterioro de las razas.

Las películas ponen de moda las razas, transmiten una imagen (la que interesa al guionista) que no siempre refleja la realidad y en la mayoría de los casos exagera algunos rasgos de acuerdo a las necesidades de la película en cuestión.

Pero hay razas… Y razas
Sin embargo, no las películas no son igual de peligrosas para unas razas que para otras. Así, por ejemplo, los cachorritos de golden que protagonizaba Air Buddies se llevaban muy al extremo, eran casi «dibujos animados» y, aunque muchos niños seguro que quisieron que un golden les acompañara, al fin y al cabo se trata de una raza «fácil», perfectamente adaptada a la vida en hogar en cualquier entorno y con muy pocas exigencias.

"Max"

El caso del malinois
Cuando se estrenó la película del perro militar «Max», muchas voces (entre las que nos incluimos) hicimos una llamada de atención sobre lo negativo que podía resultar mostrar al malinois como un perfecto «perro mascota» compañero de un niño. Y no porque no pueda serlo, que sin duda puede, sino porque el malinois representa al perro de trabajo por excelencia, y requiere manos expertas para manejarlo y al menos unos mínimos conocimientos de lo que supone convivir con un perro de estas características. «Afortunadamente» la película del perro militar «Max» es realmente mala, y la repercusión ha sido muy escasa.

Llega la película «Desierto»
Ahora llega la película «Desierto», que -aseguran los críticos de cine- es de gran calidad, e incluso «oscarizable» (se presentó en el Festival Internacional de Cine de Toronto 2015, donde ganó el Premio de la Federación Internacional de Críticos de Cine)… Narra los problemas migratorios en la frontera de Estados Unidos con México, y cómo un vigilante de frontera persigue a los inmigrantes de todas las formas posibles (sin importar los medios). ¿Y el malinois? Es el compañero del vigilante, y en la película en realidad encarna a un perro «cazador de personas».

Llegados a este punto, es posible que nadie quiera un perro cazador de personas, a no ser que quiera un perro «malote». Algo parecido a lo que ha sucedido con otras muchas razas ya, tantas que no es fácil enumerarlas (amstaff, rottweiler, dogo argentino…). Solo hay una cosa peor que popularizar una raza, y es que caiga en las peores manos.

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