Estimulación mental para perros ¿es necesaria?

La estimulación mental para perros no siempre es algo positivo

Estimulación mental para perros ¿es necesaria?

De unos años a esta parte ha aparecido y se ha popularizado un término curioso: «estimulación mental para perros», pero no es un concepto nada claro. O mejor dicho, no todos los humanos lo entendemos igual o en la misma medida.

Entonces, ¿qué es la estimulación mental para perros?
En realidad se podría definir como una o un conjunto de tareas cognitivas que exigen la resolución de problemas por parte del perro. Y esto evidentemente está muy bien, pero también puede ser fuente de problemas de comportamiento. Todo dependerá de «la dosis» ;-).

Los juegos interactivos son fantásticos para perros mayores, convalecientes, con problemas de concentración o «dispersos»… Favorecen la concentración sin tensión. Pero a lo mejor tu perro «tranquilo» no quiere dejar de serlo y no le gusta dar el paso a otras actividades No todos los perros son iguales, y debemos respetar su comportamiento como individuo en ese momento concreto de su vida.

Perro aburrido, perro infeliz
Y es que un perro tranquilo no tiene por qué ser un perro aburrido o infeliz.

Uno de los grandes males de nuestro tiempo es que los perros han perdido gran parte de sus cometidos, y se han convertido casi en elementos de atrezzo. Es más, los perros demasiado activos a menudo son tildados como «problemáticos». Pero los perros sin estímulos presentan con frecuencia problemas de comportamiento relacionados con la contención del estrés. Comportamientos relacionados con miedos, destructividad, agresión… a menudo son reconducidos con diferentes protocolos de estimulación mental para perros (la búsqueda, los juegos de olfato, son juegos de estimulación).

La estimulación cognitiva aporta a los perros más autocontrol, además, para muchos perros llega a convertirse en algo autorreforzante, sobre todo si es un trabajo con su guía

Perro demasiado activo, perro infeliz
Pero la barrera que diferencia la proactividad de la hiperactividad es demasiado frágil.

Un perro proactivo experimenta con el medio, lleva la iniciativa, incluso por delante de nosotros mismo, y eso no siempre es bueno o admisible en un entorno doméstico.

¿Hay que estimular la mente de nuestros perros? Por supuesto, pero por encima de la activación de la cognición debe primar su equilibrio emocional. Es muy fácil activar a un perro, pero lo que no es tan sencillo es enseñar a ese mismo perro a volver a un estado de calma de una forma ordenada, sin alteraciones ni frustración. Piénsalo antes de «disparar» a tu perro.

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