Cómo educar a un cachorro: 10 claves

Respuestas a las eternas preguntas para educar a un cachorro

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Admitámoslo, aparte de ser tiernos y divertidos, los cachorros necesitan una educación para poder convivir en un entorno humano. Pero claro, educar a un cachorro (desde que llega a casa hasta los seis o siete meses) no será fácil si no respetamos estas claves:

Usa el refuerzo positivo. En su entorno natural (con otros perros) los cachorros tienen lo que se llama «licencia de cachorro»: los otros perros les permiten todo, sin apenas corregirles (solo hay una excepción, que sería la inhibición de la mordida). Por eso a los cachorros no se les debe castigar nunca,

El soborno ¡funciona!. Todos los cachorros (o casi todos, que siempre hay excepciones) son muy tragones. Así que si no tenemos un gran repertorio de recursos, lo mejor será recurrir a unos premios apetecibles (las salchichas de pavo en trocitos son perfectas).

El timing, siempre el timing. Hay que admitirlo, los cachorros no están demasiado centrados en casi nada de lo que hacen, así que a no ser que seamos unos maestros del timing en la entrega de los premios, necesitaremos muchas más repeticiones que con un perro joven. ¡No desesperes!

Aprovecha la biología. ¿Biología? Sí, por ejemplo, los cachorros suelen hacer sus necesidades después de comer o al despertarse, así que será buena idea llevarles al lugar donde queremos que lo hagan justo en ese momento. Y si lo hacen ¡soborna!  ;-).

¿No vale con caricias? Las caricias ayudan a premiar, claro que sí, pero el contacto es un refuerzo social, y el refuerzo social solo es efectivo cuando haya pasado suficiente tiempo para que se cree un vínculo importante con tu perro. No hay prisa, todavía no lo hay pero llegará pronto.

Juega mucho con tu perro. Y para que ese vínculo mágico que solo se da entre perros y personas se cree, lo mejor es jugar. Reserva todos los días unos minutos para jugar con tu perro, por ejemplo al menos una sesión de 15 minutos por la mañana y otra igual por la tarde. Los juegos de tira y afloja con mordedores (adaptados a la edad, claro, siempre suaves) gustan mucho a los cachorros, y a los cachorros les permite practicar el autocontrol y la inhibición de la mordida.

Quedarse solo en casa. Para el cachorro no es natural sentirse apartado, por eso es muy importante hacerlo bien, habituando al perrito a su lugar de descanso, con sus juguetes y entretenimiento. Cómo enseñar a un cachorro a quedarse solo, junto a hacer sus necesidades fuera, son las preguntas que más se hacen los dueños noveles.

Ayúdale con otros perros, animales, situaciones. Aprovecha esta etapa para mostrarle el mundo de forma amable. Los esfuerzos en sociabilización son el tiempo mejor invertido en un cachorro. Y también forma parte importante de su educación.

Comprende sus circunstancias. Si le duele la boca por cambiar los dientes de nosotros depende aliviarle con mordedores. Si sus esfínteres todavía no aguantan más de dos horas, habrá que esperar a que sea más mayor, si vomita porque ha comido deprisa disminuye las raciones… Se supone que nosotros somos los que tenemos el apellido «sapiens», ¿verdad?

Y disfruta. La etapa de cachorro es complicada, rompen cosas, cambian los dientes, lloran… Pero son encantadores y en apenas unos pocos meses serán un perrit@ adolescente. Si no disfrutamos de su etapa de cachorro ya nunca volverán a serlo. ¡Disfrútalo!

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