El (necesario) estrés en el perro

El estrés en el perro está en boca de todos

El estrés en el perro está en boca de todos

Medir el estrés en el perro es muy complicado (cuando no imposible). Y es que en apenas 10 años, hemos pasado del «todo vale», a una preocupación, excesiva y malentendida, hacia un supuesto bienestar emocional del perro en el que el «estrés» es el enemigo número uno.

El estrés en el perro depende ante todo del individuo
Las generalidades nos llevan en la mayoría de ocasiones a errores, y es que el desencadenante de estrés en el perro dependerá en primer lugar de cada individuo, no de la especie ni la raza. Dependerá de su tolerancia como perro concreto, que a su vez irá íntimamente relacionada con les experiencias vividas a lo largo de su vida. Medir el estrés en el perro debe hacerse por lo tanto de una forma completamente individualizada.

¿Por qué es es necesario el estrés en el perro?
Un perro (o una persona) que viva en un entorno cien por cien libre de estrés será con seguridad un perro (o persona) carente de resiliencia y con escasa o nula capacidad de afrontar situaciones sencillas. Además, el entorno cien por cien libre de estrés no existe (ni para los perros ni para nosotros), así que no parece tener mucho sentido ni siquiera plantearlo.

Por un enfoque realista de control del estrés
Sin embargo, sí que podemos trabajar para que nuestros perros no sufran estrés innecesario, como por ejemplo:
* Satisfaciendo sus necesidades como perro (físicas y mentales). Salidas en libertad, olfateo, relaciones con sus congéneres…
* Siendo coherentes y justos. Sobre todo durante la educación/adiestramiento, pero también en todas y cada una de las facetas de la vida.
* Exigiendo al perro solo a medida que los conocimientos se consolidan. Se acerca mucho al punto anterior, y es que no hay nada más injusto y estresante que exigir cuando no se sabe.
* Evitando situaciones de estrés innecesarias. Un perro no tiene por qué enfrentarse a situaciones que no quiere o no tolera… A no ser que esas situaciones sean necesarias para su vida en el mundo real (por ejemplo el ruido del tráfico). Ver punto siguiente.
* Pero ayudando al perro a afrontar el estrés necesario para desenvolverse en el mundo real. Los planes de habituación, o desensibilización si el problema ya ha surgido, son lo mejor que podemos hacer por los perros estresados. El contracondicionamiento será una herramienta también muy útil.
* Tu perro debe confiar en ti. Todo será más sencillo si tu perro confía en ti (tu perro busca respuestas y soluciones en su compañero humano, que no se te olvide). No le falles, muéstrale el camino, y tu perro superará mucho mejor las situaciones problemáticas.

En definitiva, si tu perro tiene problemas de gestión del estrés, no le sometas a ese tipo de situaciones hasta que no sea capaz de superarlas… Tu responsabilidad será darle todos los recursos necesarios para afrontar esas situaciones y los problemas derivados de ellas.

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