La socialización en los cachorros es lo más importante de su vida
No nos cansaremos de insistir en los esfuerzos de socialización como el mejor medio para prevenir problemas de conducta en general y de agresión en particular. La socialización no es solo jugar con otros perros y sus dueños. Es mucho más, comenzamos…
Experiencias con personas diferentes. Y eso incluye chicos, señores, abuelas, bebés… Y con atuendos de lo más variado, no olvides gorras, sombreros, gabardinas, bastones… Planifica visitas a los parques en diferentes horarios, queda con los sobrinos, abuelos, vecinos…
Medios de transporte (desde fuera, claro). El cachorro debe entender como normal desde unos patines hasta un camión de seis ejes o un autobús. Si vives en el campo, no es nada mala idea visitar la ciudad de vez en cuando, primero en fin de semana y poco a poco en semáforos, momentos de tráfico intenso…
Medios de transporte (desde dentro). Y especialmente el coche. La estrategia de adaptación es sencilla: El coche se debe asociar con ir al parque, al campo, a ver a otros cachorros o amigos… Si el coche solo se usa para ir al veterinario, rápidamente se asociará con algo no demasiado bueno.
Lugares de tumulto. Como pueden ser visitar el Metro, un terminal de aeropuerto… Estos entornos pueden ser especialmente impresionantes para el cachorro, así que como siempre poco a poco, con buenas experiencias, muchos juguetes y premios.
Otros animales. En el momento que se sale de la ciudad no es complicado encontrar ovejas, caballos, vacas… Para prevenir conductas de caza y disgustos futuros, puedes quedar con esos amigos que tienen gatos (si son felinos «buenos», claro).
Diferentes suelos. Sí, probar muchas texturas de suelo y distintas superficies y firmes (por ejemplo arena, césped, metal, madera, charcos…) aportará mucha seguridad al cachorro. Y lo mismo vale para los techos…