En el adiestramiento de perros la relación es muy importante
Hay muchas, muchísimas técnicas que en el adiestramiento de perros «funcionan», pero alcanzar la máxima efectividad se puede conseguir más fácilmente si «multiplicas».
Comportamientos humanos que «suman» a la hora de adiestrar
¿Eres tú quien da de comer a tu perro? Eso significa que de alguna forma eres «dueño» de sus recursos, lo que te dará un plus de «importancia».
Empleas el refuerzo positivo para premiar conductas. SI evitas el castigo y premias lo correcto, tu perro lo agradecerá «sumando» puntos… Además le darás más confianza y tendrás un perro más proactivo.
Creas un entorno tranquilo y predecible. En casa o en su vida diaria, los perros necesitan rutinas y que su vida sea principalmente tranquila. Nosotros somos los responsables de ello. Un perro tranquilo -como sucede con las personas- «piensa más» y «mejor» que otro estresado.
¿Le dedicas tiempo a tu perro? Los perros tienen que jugar, oler, relacionarse… Si es así tu perro será un perro más equilibrado. Si el tiempo -además- es de calidad, mejor que mejor.
Y factores que «multiplican»
¿Tu perro confía en ti? Si tu perro permite que le manipules con gusto, si te acompaña a todo con una actitud feliz, si tu perro permite que le cortes las uñas, si está tranquilo en tu presencia en el veterinario, si… Eso significa que eres su referencia de seguridad, que confía en ti.
¿Paseas con tu perro? Pero no pasear sin sentido, sino pasear en armonía, juntos, formando un equipo. Los paseos por el campo, siguiendo un camino, la orilla de un río, son actividades que enriquecen la relación perro-hombre.
¿Juegas con tu perro? Y mejor si son juegos de contacto, en los que exista interacción (por ejemplo con mordedores). Jugar es placer, es una descarga de endorfinas, y si ese placer tiene que ver con nosotros, nuestro perro nos querrá mucho más.
Entrenas con tu perro con frecuencia. Entrenar comportamientos, aunque sean muy sencillos, es una obligación de todo dueño de un perro. Mantiene su mente despierta y crea vínculo con su guía. Los perros que abren su mente a la conexión con su humano «aprenden a aprender», haciéndolo todo mucho más fácil.
Los factores que «suman» son muy importantes para mejorar nuestra relación con los perros, pero los que «multiplican» nos permiten avanzar más rápido, de forma más ágil y -sobre todo- creando un vínculo del perro con su guía que es la base de todo aprendizaje de calidad.