Los lobos superan a los perros en alguna tareas cognitivas…
La cognición es una de las herramientas más flexibles que permiten la adaptación de los seres vivos a la variación ambiental.
Se piensa que vivir cerca de los seres humanos influyó en la cognición social y física de los lobos a lo largo del proceso de domesticación del lobo y la ontogenia.
Aquí, los investigadores analizaron hasta qué punto la cognición física y los dominios de la cognición social de los perros se han visto afectados por la domesticación y la ontogenia. Para abordar los efectos de la domesticación, se compararon lobos cautivos (n = 12) y perros (n = 14) viviendo en manadas en las mismas condiciones.
¿Perros ferales o perros domésticos?
Para explorar los efectos del desarrollo, también se compararon estos perros con perros de compañía (n = 12) que viven en familia con seres humanos. Los animales se enfrentaron a una serie de tareas de elección de objetos, en las que se analizó su respuesta a las señales comunicativas, conductuales y causales.
Los resultados demuestran que los lobos superaron a los perros en su capacidad de seguir las señales causales, lo que sugiere que la domesticación alteró habilidades específicas relacionadas con este dominio, mientras que en los efectos del desarrollo, sorprendentemente, no influyó.
Los tres grupos (lobos, perros ferales y perros domésticos) se comportaron de forma similar en las condiciones comunicativas y conductuales, lo que sugiere una mayor flexibilidad ontogenética en los dos dominios sociales.
Pero estas diferencias entre los dominios cognitivos necesitan ser investigados más a fondo, comparando animales domésticos y no domesticados que vivan en condiciones variables.
¿Hemos hecho que los perros no «piensen» porque les ayudamos?
Los perros realizan bastante mal en las tareas que requieren la comprensión de las conexiones causales o características físicas de los objetos. Ni siquiera el entrenamiento intensivo sobre la manipulación de objetos y la resolución de problemas físicos mejora su rendimiento.
Además, los animales domésticos que viven en estrecho contacto con los seres humanos aprenden a depender de la ayuda humana en lugar de resolver problemas de forma independiente.
Esto sugiere que los perros que viven con mayor independencia, podrían potencialmente ser mejores solucionadores de problemas. Una teoría evolutiva que explica el mal desempeño de los perros en el dominio causal es la hipótesis del procesamiento de la información. Esta hipótesis sugiere que las presiones de selección que avanzan la comprensión causal y, por tanto, la resolución de problemas en animales salvajes, se han relajado en sus homólogos domesticados debido a un efecto de amortigución del cuidado humano.
• Más información: El estudio se publicó en Scientific Reports.