Los gruñidos de los perros ¿qué información aportan?

¿Sabías que una de ellas es el tamaño del perro que emite el gruñido?

«Comunicación de tamaños en un perro doméstico, Canis familiaris, los gruñidos». En muchas especies, el tamaño corporal es un factor determinante, clave del resultado de las interacciones agonísticas, y se espera que los receptores de una comunicación atiendan las señales referentes al tamaño cuando evalúan las señales de los competidores.

Sabemos que los perros se comunican mediante vocalizaciones y más concretamente con los gruñidos, pero ¿hay más información en esos sonidos?

Muchos animales se comunican con gruñidos
Varias vocalizaciones de mamíferos, incluidos los gruñidos de perros domésticos, codifican información confiable sobre el tamaño del cuerpo del individuo que llama en la dispersión de las frecuencias.

Para probar si los perros domésticos adultos atienden a la dispersión de formantes cuando se presentan los gruñidos de sus congéneres, los investigadores reprodujeron grabaciones de gruñidos resintetizados donde la variación relacionada con el tamaño en el espaciado de frecuencia de formantes se manipuló independientemente de todos los demás parámetros.

Los perros de tres grupos de diferentes tamaños (perros pequeños, medianos y grandes) se presentaron ante reproducciones de gruñidos donde las frecuencias de los formantes se habían cambiado para corresponder a un perro 30% más pequeño o 30% más grande que ellos.

Resultados que aportan mucha información
Mientras que los perros grandes sistemáticamente muestran más motivación para interactuar cuando los gruñidos simulan un intruso más pequeño, los perros pequeños no responden de manera diferente a las condiciones de reproducción.

Sin embargo, los perros pequeños respondieron significativamente menos que todos los otros grupos de tamaños a ambas condiciones de reproducción.

Los resultados sugieren que los perros domésticos pueden percibir información relacionada con el tamaño del perro que lo emite en los gruñidos, y más específicamente que son capaces de adaptar su respuesta de comportamiento en función del tamaño percibido del intruso en relación con el suyo propio.

• Más información: Publicación completa (A.M. Taylor D. Reby K. McComb) en Animal Behaviour.