Los hombres del Paleolítico cuidaban de sus perros, al menos del conocido como «perro de Bonn-Oberkassel»
El perro, que estaba enfermo desde las 19 semanas de edad, tenía 7 meses cuando murió y fue enterrado con dos humanos.
Los restos del perro conocido como «de Bonn-Oberkassel» (del Pleistoceno superior hace mas o menos hace 14.223 + – 58 años) se han reportado hace más de 100 años. Pero una reciente revisión reveló el diente (molar concretamente) de otro perro más viejo y más pequeño, por lo que este entierro de perros domésticos no solo es el más antiguo conocido, sino también el único con restos de dos perros. Esta observación eleva el total de perros Magdalenian conocidos a nueve.
La domesticación de los perros durante el final del Paleolítico tiene implicaciones importantes para comprender a los cazadores-recolectores del pre-Holoceno. La mayoría de las motivaciones propuestas de cazadores-recolectores para domesticar perros han sido admitidas hasta ahora, in embargo, los restos de los perros de Bonn-Oberkassel pueden ofrecer otra vista.
El perro de Bonn-Oberkassel era un ejemplar joven cuando fue enterrado, aproximadamente a la edad de 27-28 semanas, con dos humanos adultos y sus ajuares. Las lesiones de la cavidad oral indican un perro gravemente enfermo que probablemente sufrió una infección por morbilivirus (moquillo canino).
En el cachorro se aprecia una línea dental que sugiere hipoplasia del esmalte en la etapa de desarrollo de 19 semanas. Dos líneas adicionales de hipoplasia del esmalte, solo en el canino, documentan más episodios de enfermedad en las semanas 21 y 23.
Los cambios patológicos también incluyen enfermedad periodontal grave que puede haber sido provocada por la inmunodeficiencia.
Como el moquillo canino tiene un curso de enfermedad de tres semanas con una mortalidad muy alta, el perro debió haber estado enfermo durante los tres episodios de enfermedad y entre las edades de 19 y 23 semanas. La supervivencia sin asistencia humana intensiva hubiera sido poco probable.
Un dato importante: Antes y durante este período, el perro no puede haber tenido ningún uso ni utilidad para los humanos.
El perro era un amigo
Ante estos hallazgos, los investigadores sugieren que, al menos algunos, humanos del Pleistoceno tardío consideraron a los perros no solo desde la utilidad, sino que también pudieron haber desarrollado vínculos emocionales y afectivos con sus perros, tal como lo refleja la supervivencia de este perro, posiblemente a través del cuidado humano.
«Sin la atención adecuada, un perro con un caso grave de moquillo morirá en menos de tres semanas«, explica Janssens.
Este cachorro estaba gravemente enfermo de moquillo, pero sobrevivió ocho semanas más, lo que solo sería posible si hubiera estado bien cuidado. «Eso significaría mantenerlo caliente y limpio y darle comida y agua, aunque, mientras estaba enfermo, el perro no habría tenido ningún uso práctico como animal de trabajo. Esto, junto con el hecho de que los perros fueron enterrados con personas que podemos suponer que eran sus dueños, sugiere que hubo una relación única de cuidado entre humanos y perros hace 14.000 años».
• Fuente: Revista de Ciencia Arqueológica.