Iditarod, La gran carrera de Alaska, es cada año más criticada por PETA
La carrera Iditarod, que cubre algo más de 1.000 millas de distancia (Anchorage→Nome) en el estado de Alaska es un evento legendario en el mushing y la carrera reina en los trazados de larga distancia. Sin embargo, de unos años a esta parte está en el punto de mira de los animalistas.
PETA tiene a la Iditarod en el objetivo
Y ha preparado ocho puntos en los que -según ellos, claro- se debería basar la desaparición de Iditarod.
1. Las muertes de perros en las Iditarod son tan rutinarias que las reglas oficiales alegremente declaran que algunos «pueden considerarse inevitables». Este argumento de PETA no es del todo cierto, porque aunque sí es verdad que se han producido muertes de perros en la carrera, no son desde luego «rutinarias», sino casos completamente aislados.
2. Si los perros no mueren en el camino, todavía quedan cicatrices permanentes. Tampoco es cierto. El bienestar de los perros es prioritario para la organización, y son pocos, poquisimos, los perros que arrastran lesiones «permanentes». De hecho, muchos mushers confían en su mismo equipo canino año tras año, hasta que los jubilan.
3. No hay plan de jubilación. No, no lo hay, porque cada musher es responsable de sus perros desde que nacen hasta que mueren. Algunos mushers sí tienen planes de jubilación, otros simplemente los siguen teniendo en su manada.
4. Los perros tiran de los trineos de los mushers hasta 100 millas por día. Cierto, Iditarod es una carrera de larga distancia y hay etapas de más de 100 millas… Pero no olvidemos que estamos hablando de los perros y mushers mejor preparados del mundo, y no precisamente en carreras al sprint como las que se celebran habitualmente en Europa.