Los Países Bajos se unen a la tendencia europea de prohibir el uso de collares eléctricos
La ministra se Agricultura y Naturaleza, Carola Schouten, ha declarado que la prohibición del uso de collares eléctricos quedará completamente activa a partir de julio de 2020.
Como es de esperar es una medida aplaudida por la mayoría, pero algunos sectores (principalmente relacionados con el adiestramiento de perros de caza) se oponen a la aplicación de esta prohibición, aunque sí admiten una regulación que evite el uso generalizado de este tipo de dispositivos.
¿La venta solo a profesionales sería la solución?
En Holanda se está planteando un punto intermedio (que también se ha discutido en otros países, como España), de tal forma que el uso de collares eléctricos quedará solo al alcance de profesionales del adiestramiento, lo que implicaría que no estuvieran accesibles a la venta del público en general.
De momento no hay acuerdo a la vista, así que a partir del 1 de julio de 2020 la venta y utilización de collares eléctricos estará completamente prohibida en Holanda.
Otro punto de la ley, abordará el problema de la cría indiscriminada de razas sin criterios de salud y funcionalidad. Se perseguirá especialmente la cría de cachorros de razas con fisonomías extremas, que incluso pueden provocar serios problemas de salud a los perros (como es el caso de las razas braquicéfalas y otras muchas).
Multas estratosféricas
A partir de ese momento, el uso de collares eléctricos para el adiestramiento de perros conllevará multa de hasta 20.000 euros y penas de prisión que pueden alcanzar los tres años.
La misma ley prohibirá los «gatos de diseño»
Especialmente la raza Bambino sphynx, pero todos los gatos en los que se propicie una estética exagerada que no sea compatible con un movimiento normal en gatos quedará completamente prohibida.
Se hace especial mención como características físicas que ponen ene peligro el bienestar animal de los «gatos de diseño» a las pata cortas y las cabezas desproporcionadas con ojos muy grandes.
Me parece una medida muy acertada, la verdad es que los collares eléctricos son una salvajada.