El control de impulsos en el perro es la asignatura pendiente
La inmensa mayoría de los problemas y accidentes que se producen en el mundo canino tienen detrás un escaso (o inexistente) trabajo de control de impulsos en el perro. Te proponemos 5 pequeños trabajos, que pueden parecer intrascendentes, pero que gracias a la magia del aprendizaje pueden «amueblar» el cerebro de nuestro perro de cara a otro tipo de actividades más complejas.
- Comer a la orden. No hace falta caer en ser estricto ni mucho menos, se trata de que todo sea divertido, y por eso mi señal para comer es «ñam-ñam». Practicando desde cachorritos, el control de impulsos con respecto a la comida no es difícil de conseguir. Trabajar la permanencia con un clicker es el mejor camino.
- Salir de casa despacio, sin estrés ni ansiedad. ¿Recuerdas el principio de Premack en el adiestramiento? Pues es la mejor herramienta que existe para trabajar el control de impulsos. ¿El secreto? Premiar la tranquilidad… y ser un ejemplo de calma. Evita tu propia ansiedad y maneja tu lenguaje corporal.
- Subir o bajar del coche con calma. Es un trabajo parecido al de salir de casa, pero suele resultar más sencillo, por lo que te recomiendo trabajar primero el coche y cuando el perro ya tenga un cierto control, pasar a la puerta de casa.
- Saludar tranquilo. Una buena idea en este caso es trabajar el concepto de «conductas incompatibles» junto al omnipresente Premack. Así, «solo te aludo si estás sentado». O lo que es lo mismo, un perro sentado no puede saltarte encima ni alborotar. Te sorprenderá lo rápido que aprenden el target «culo-suelo» para conseguir unas simples caricias.
- Cruzar la calle tranquilo. O mejor, solo cruzar si se lo pedimos. El «truco» es trabajar el escalón de la acera, identificarlo como el punto que no se puede traspasar sin un señal clara. En apenas unos días de trabajo, tu perro comprenderá que el cambio de acera a asfalto es algo que implica una acción (parar, por ejemplo en sentado) y esperar a la señal.
Las 3 claves para conseguir buenos resultados son: Avanzar muy poco a poco, con pasos casi imperceptibles, consolidando lo aprendido poco a poco. Buscar los refuerzos adecuados a cada perro (no siempre son salchichas, prueba con el refuerzo social y conviértete en el mejor amigo de tu perro). Al principio evita las distracciones (estás trabajando impulsos, y eso requiere concentración tuya y de tu perro).
Y sobre todo: no te obsesiones con controlar todo lo que hace tu perro. Controlar los impulsos está bien, pero la balanza siempre se debe inclinar por el lado de la libertad, permitiendo que los perros… hagan cosas de perros.