Los perros sincronizan el estrés con sus dueños

Los niveles de estrés se sincronizan a largo plazo entre los perros y sus dueños

Este estudio revela, por primera vez, una sincronización interespecífica en los niveles de estrés a largo plazo. En esta ocasión en dos especies muy diferentes, pero a la vez muy cercanas en la convivencia: hombres y perros.

Anteriormente, se ha demostrado que el estrés agudo es altamente contagioso tanto entre humanos como entre individuos de otras especies. Aquí, se investigó la sincronización del estrés a largo plazo en perros y sus dueños.

57 perros (y sus dueños) a examen
Se estudiaron 57 grupos de perros y humanos, y se analizaron sus concentraciones de cortisol en el pelo (CHC) en dos ocasiones diferentes, reflejando los niveles durante los meses anteriores de verano e invierno.

Los rasgos de personalidad de ambos (perros y sus dueños) se determinaron a través de un Cuestionario de Personalidad de Perro (DPQ) completado por el dueño y un inventario de Big Five Inventory (BFI) humano.

Además, los niveles de actividad de los perros se monitorizaron continuamente con un collar de actividad remota (almacenado en la nube) durante una semana.

La mutación del gen MDR1 es responsable de graves intolerancias a determinados medicamentos... y no sólo en los collies. Lista de medicamentos peligrosos y razas afectadas.

57 perros, 2 razas y 2 tipos de actividad
Los perros pertenecían a dos razas: pastor de Shetland (N = 33) y Border Collies (N = 25), equilibrados en número por sexo, y se incluyeron perros de familia sin actividad específica, y perros que compiten activamente (agility y obediencia) para representar diferentes estilos de vida.

Los resultados mostraron correlaciones significativas entre especies en el estrés a largo plazo donde el CHC humano de las muestras de verano e invierno se correlacionó fuertemente con el CHC del perro (verano: N = 57,2  = 23.697, P <0.001, β = 0.235; invierno: N = 55, χ 2  = 13.796, P <0.001, β = 0.027).

Curiosamente, los niveles de actividad de los perros no afectaron el CHC, ni la cantidad de sesiones de entrenamiento por semana, lo que demuestra que los niveles de CHC no estaban relacionados con la actividad física general.

Además, hubo un efecto estacional en el CHC. Sin embargo, aunque las personalidades de los perros tuvieron pocos efectos en su CHC, los rasgos de personalidad humana neuroticismo, conciencia y apertura afectaron significativamente al CHC del perro.

Por lo tanto, los investigadores sugieren que los perros, en gran medida, reflejen el nivel de estrés de sus dueños.

• Más información: Revista Nature.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *