No solo olfato, la nariz de los perros… ¡puede detectar el calor!

Primeros hallazgos sobre una nueva y sorprendente capacidad sensorial de los perros

La nariz de de los perros (una piel desnuda y húmeda en la punta) es prominente y con abundancia de terminaciones, lo que sugiere una función sensorial.

 ¿Sabías que el hombre tiene unos 5 millones de células olfativas, y el perro alrededor de 250 millones?

En comparación con las puntas de las narices de otros animales como los herbívoros, las de los perros son considerablemente más frÍas.

Con este dato, los investigadores interpretaron que esta frialdad podría permitir que el rinarium del perro sea particularmente sensible a la radiación de calor.

Se entrenaron varios perros de diferentes razas para distinguir entre dos objetos distantes en función de la radiación de calor; el objeto neutro tenía aproximadamente la temperatura ambiente, mientras que el objeto cálido tenía aproximadamente la misma temperatura superficial que un mamífero como una ardilla, ratón….

La resonancia magnética desvela la activación cerebral
Además de la demostración práctica estándar, los investigadores emplearon imágenes de resonancia magnética funcional en 13 perros, comparando las respuestas a los estímulos de calor de aproximadamente las mismas temperaturas que en el experimento de comportamiento.

Por supuesto el experimento se controló cuidadosamente para evitar la activación accidental de otros sistemas sensoriales

El estímulo que superaba la temperatura ambiente provocó un aumento de la respuesta neural en la corteza de asociación somatosensorial izquierda, demostrando la nueva capacidad sensorial de los perros.

Esto puede sugerir que la señal de calor se ha percibido como parte de un estímulo ambiental complejo, provocando la «planificación neuronal» de acciones orientadas y dirigidas a objetivos, como sería la caza. Y explicaría cómo perros ciegos pueden ser capaces de desarrollar actividades como cazar.

Acerca de los hemisferios del cerebro y sus funciones
Estos hallazgos de asimetría hemisférica también parecen estar de acuerdo con el modelo de procesamiento emocional cerebral, ya que de acuerdo con esta hipótesis, las emociones positivas o estados emocionales relacionados con el acercamiento (congruentes con las respuestas neuronales relacionadas con la comida( se procesan predominantemente en el hemisferio izquierdo.

Si embargo, se desconoce aún cómo es posible que la nariz detecte esos cambios de temperatura y cómo es de sensible a estos estímulos.

Resultados sorprendentes
Estos resultados demuestran una capacidad sensorial no documentada hasta ahora en una especie carnívora como el perro, y que apenas se conoce en unas pocas especies como algún murciélago, o también en ofidios (las membranas sensoriales de los órganos de las serpientes reaccionan a cambios de temperatura tan pequeños como 0,001 grados).

• Más información: Estudio completo en Nature.