Efectos de la inclusión de «carne fresca deshuesada mecánicamente» sobre el valor nutricional, la palatabilidad, el riesgo microbiológico de vida útil y la digestibilidad en la comida seca para perros
La carne fresca deshuesada mecánicamente (MDM) generalmente se considera un ingrediente de alta calidad en las recetas de alimentos secos para mascotas y este aspecto puede influir positivamente en la elección del consumidor.
Pero es importante determinar científicamente la sostenibilidad de esta afirmación y evaluar la seguridad microbiológica de la inclusión de MDM en los alimentos secos para mascotas.
Los objetivos de este estudio fueron: 1) evaluar el efecto de la inclusión de MDM en alimentos secos para perros sobre el perfil de ácidos grasos y la digestibilidad in vivo e in vitro , proponiendo un nuevo sistema ( Incubadora Daisy II ) para medir la in vitrodigestibilidad para perros; 2) comparar la palatabilidad de los alimentos secos para perros que contienen MDM con los alimentos secos para perros en los que los subproductos cárnicos (MBP) son las únicas fuentes de proteínas animales; 3) para determinar si la inclusión de ese ingrediente cambia la microbiología y la calidad de almacenamiento.
«Carne fresca» en el pienso: más valor nutricional, pero menos palatabilidad
Los resultados indicaron que el producto que incluía en su composición carne fresca deshuesada mecánicamente se caracterizó por un valor nutricional significativamente más alto en términos de perfil de ácidos grasos, digestibilidad in vitro (método HV-IVD) y menor palatabilidad que el producto MBP.
La evaluación del riesgo microbiológico no mostró peligros microbiológicos para ninguno de los productos
Después de 6 meses de almacenamiento, el recuento total de bacterias mesófilas osciló entre 1,77 y 2,09 log UFC / g de alimento, mientras que los valores de poliamina fueron más altos en el MDM (0,37 g / kg) que en el MBP (0,27 g / kg).
Se descubrió que la incubadora es un instrumento válido para estudiar la digestibilidad in vitro también para perros, proporcionando datos de manera simple, rápida, con menos variabilidad y costos que los ensayos in vivo.
En conclusión, la inclusión de la llamada «carne fresca» (deshuesada mecánicamente) en la comida seca para perros es microbiológicamente segura y puede mejorar su calidad nutricional, a expensas de una palatabilidad algo reducida.
Sin embargo, los niveles más altos de poliamina en los alimentos para mascotas enriquecidos con carne fresca después de 6 meses de almacenamiento pueden representar un posible peligro, y aún se necesitan más estudios para valorar el alcance de ese incremento.
• Más información: Estudio completo.