¿Y si los cachorros estuvieran predispuestos de forma genética a entendernos?
Se cree que la cognición humana es única en parte debido a las habilidades sociales emergentes para la comunicación cooperativa.
Los estudios comparativos muestran que a los 2,5 años de edad, los niños razonan sobre el mundo físico de manera similar a otros grandes simios, pero ya poseen habilidades cognitivas para la comunicación cooperativa que superan con creces las de nuestros parientes primates más cercanos.
Un creciente cuerpo de investigación indica que los perros domésticos exhiben similitudes funcionales con los niños humanos en su sensibilidad a los actos cooperativos-comunicativos
Desde el comienzo del desarrollo, los perros responden de manera flexible a diversas formas de gestos cooperativos.
Al igual que los niños humanos, los perros son sensibles a las señales ostensivas que marcan los gestos como comunicativos, así como a los factores contextuales necesarios para inferencias sobre estos actos comunicativos.
Sin embargo, las preguntas clave sobre las bases biológicas potenciales de estas habilidades siguen sin ser probadas.
Para investigar su desarrollo y orígenes genéticos, los investigadores probaron 375 cachorros de perro de 8 semanas en una batería de medidas sociocognitivas.
Plantearon la hipótesis de que si las habilidades de los perros para cooperar con los humanos están preparadas biológicamente, entonces deberían surgir de manera sólida en el desarrollo temprano, no requerir una socialización o aprendizaje extensos y exhibir una variación hereditaria.
Figura 1 Procedimiento y resultados de las tareas de seguimiento de gestos
(A y B) El experimentador escondió la comida en uno de dos lugares y (A) señaló y miró, o (B) colocó un marcador arbitrario al lado del recipiente con cebo.
(C) Los cachorros superaron las expectativas de azar con ambas señales sociales, pero no en una condición de control olfativo. Los puntos y las barras de error reflejan la media y los intervalos de confianza del 95%.
(D) El desempeño en las tareas de señalamiento y marcador comunicativo estuvo por encima de la expectativa de azar desde la primera prueba, sin evidencia de aprendizaje entre las pruebas.
Sorprendentes resultados… o no tanto
Los investigadores encontraron que los cachorros eran muy hábiles en el uso de diversos gestos humanos y no encontraron evidencia de que su desempeño requiriera aprendizaje.
Críticamente, más del 40% de la variación en las habilidades de seguimiento de puntos de los perros y la atención a los rostros humanos se atribuyó a factores genéticos.
Estos resultados sugieren que estas habilidades sociales en los perros surgen de forma muy temprana en el desarrollo y están bajo un fuerte control genético.
• Más información: Artículo completo en Currente Biology.