4ª edición del proyecto “Huellas de Colores”

La Cátedra Animales y Sociedad y el Hospital 12 de Octubre inician la 4ª edición del proyecto “Huellas de Colores”

Huellas de Colores se sitúa desde 2019 como el primer programa de actividades terapéuticas en el que se incorporan las Intervenciones Asistidas con perros en una UCI pediátrica.

En junio de 2022, se retomaron las sesiones presenciales de este proyecto, tras el periodo de casi dos años en los que la actividad tuvo que realizarse de manera virtual. Los resultados satisfactorios de esta actividad se fundamentan en que la interacción con estos animales logra que los menores ingresados mejoren su estado anímico, disminuyan su percepción de dolor, miedo y ansiedad y mejoren la motivación para luchar contra su enfermedad

La Cátedra Animales y Sociedad de la URJC , en colaboración con la asociación de expertos Bitácora (antes PsicoAnimal ) , pone en marcha, un año más, el proyecto de “ Huellas de Colores”, el primer programa de actividades terapéuticas en el que se incorporan desde 2019 las Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) para menores ingresados en una UCI pediátrica, desarrollándose desde sus inicios de forma pionera en el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid . De esta forma, este proyecto inaugura su 4ª edición tras las experiencias positivas de las pasadas ediciones, en las que se lograron excelentes resultados incluso durante el periodo de casi dos años en los que la actividad tuvo que interrumpirse y realizarse de manera virtual.

Así, el pasado mes de junio, se reanudaron las sesiones presenciales de este programa tras las restricciones impuestas por la pandemia, realizándose intervenciones con perros en la Unidad de Cuidados Intensivos y Reanimación Pediátrica -UCIP-REA- de forma física en el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, llevándose a cabo hasta finales del año 2022 con pacientes con un rango de edad que oscilaba entre 4 meses y 17 años, ingresados por complicaciones de enfermedades como leucemias, tumores, linfomas, neumonías, insuficiencias respiratorias o atresia en el esófago; con excepciones en los casos de aquellos que no les gustasen los perros o que les tuviesen alergia, así como los pacientes inmunodeprimidos o aquellos que no contasen con el permiso de sus progenitores para esta actividad.

Durante los últimos meses, las sesiones presenciales se han realizado con Alma y Ceo, perros de tres y cuatro años que han visitado la Unidad cada quince días o bien semanalmente para interactuar con los niños ingresados, siendo seleccionados previamente por los profesionales sanitarios. Durante dos horas, esta actividad supone una distracción para los niños y sus familias, ya que, mediante este elemento distractor, lúdico y de ocio reciben un estímulo novedoso que les permite expresar sus emociones y evadirse del motivo que les hace estar ingresados en la UCI; evidenciándose diferencias significativas positivas tanto antes como después de la intervención”, explica Nuria Máximo, directora de la Cátedra Animales y Sociedad de la URJC. ​

Los resultados satisfactorios de esta actividad se basan en que la interacción con estos perros logra que los niños y las niñas ingresados mejoren su estado anímico, disminuyan su percepción de dolor, incrementen la autoeficacia, la motivación y el compromiso con su propia salud por las experiencias emocionalmente positivas que les provocan estos animales; mientras genera, tanto en ellos como en sus familias, un rol activo en su situación vital; lo que permite abrir una línea de abordaje no farmacológico para estas situaciones clínicas.

En este sentido, cabe recalcar que, desde la primera fase de este proyecto, pudo cuantificarse que los menores ingresados en situación de gravedad experimentaban disminución del dolor de hasta tres puntos -según las escalas habituales de medida de esta variable-, así como una reducción del nivel de ansiedad y otros síntomas asociados a cada patología tras la visita del perro. Además, una encuesta de satisfacción sobre el proyecto lo valoró como muy positivo por las familias, con una puntuación de 9,71 puntos sobre 10. Por ello, el esfuerzo conjunto de ambas instituciones confirma la evidencia científica de que las intervenciones asistidas con animales producen claros beneficios en el ámbito físico, social, motor y cognitivo del paciente, por ser una fuente especial de motivación.

Este proyecto de investigación tiene como objetivo principal la humanización de las estancias hospitalarias de los menores , ya que hemos podido constatar que este apoyo al tratamiento clínico que se realiza mediante las intervenciones asistidas con perros favorece significativamente sus estados de ánimo, mientras alivia sus niveles de estrés, angustia o miedo y, además, también acudimos para interactuar con las familias, trabajando la parte emocional de enfrentamiento de la situación, cuando la edad de los menores es demasiado baja para interactuar con el perro. Las sesiones se llevan a cabo de forma personalizadas en función de las necesidades de cada menor, de forma que algunos trabajan el movimiento y otros, la parte emocional y, por otro lado, existen más posibilidades como la del trabajo grupal, que les viene muy bien para relacionarse, en caso de que esto sea posible”, destaca Nuria Máximo.

Premios a Huellas de Colores
El Proyecto Huellas de Colores ha obtenido diferentes galardones que han reconocido la labor que realizan humanizando la asistencia sanitaria, siendo premiado con la donación solidaria 2021 a la “humanización de la asistencia sanitaria” por la fundación Tecnología y salud, o con el galardón recibido en el mismo año por parte del Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de la provincia de Badajoz. Además, también han recibido el Premio Humanizando la Sanidad 2019 de Teva Foro Social, el Premio Albert Jovell, Mejores Ideas de
Diario Médico y el Índice de Humanización de los Hospitales Infantiles de la Fundación Atresmedia.

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