Medición de la adaptabilidad de los perros (Canis familiaris) a un entorno de refugio con ayuda de sensores: medición de actividad y comportamiento nocturnos
Todos los perros de refugio se enfrentan al desafío de adaptarse al entorno de una perrera. Para monitorear el bienestar de los perros de refugio individuales, es crucial evaluar los parámetros fisiológicos y de comportamiento, potencialmente útiles como indicadores de la adaptabilidad de los perros como individuos.
La actividad nocturna, es decir, los patrones de descanso, ya se ha identificado como un indicador candidato de adaptabilidad y puede medirse fácilmente de forma remota con la ayuda de sensores. Investigaron la utilidad de un acelerómetro de 3 ejes (Actigraph®) para monitorear la actividad nocturna en perros de refugio todas las noches durante las dos primeras semanas completas en el refugio, comenzando directamente en la entrada al refugio, como medida de bienestar.
Diferentes datos a examen
Además, se recopilaron datos de cortisol/creatinina en orina (UCCR), peso corporal y comportamiento para evaluar las respuestas al estrés.
Un grupo de control de perros domésticos en hogares, emparejado con el grupo de perros del refugio, también fue monitoreado.
Los perros del refugio tenían mayor actividad nocturna y UCCR que los perros domésticos, especialmente durante los primeros días en el refugio. La actividad nocturna, tanto las medidas del acelerómetro como el comportamiento de la actividad, y las UCCR disminuyeron durante las noches en el refugio.
Los perros más pequeños tuvieron mayor actividad nocturna y UCCR que los perros más grandes y mostraron menos aseo personal durante las primeras noches.
Los perros sin experiencia previa en perreras tenían mayor actividad nocturna y UCCR, y mostraban menos temblores corporales que los perros con experiencia previa en perreras.
En general, los perros protegidos también mostraron menos temblores corporales durante la primera noche.
El número de perros que mostraban levantar la pata disminuyó con el paso de los días.
La clase de edad y el sexo afectaron solo algunos comportamientos de actividad.
Los perros de refugio perdieron significativamente peso corporal después de 12 días en el refugio en comparación con el momento de la admisión.
Los perros del refugio habían interrumpido los patrones de descanso nocturno y las UCCR en comparación con los perros domésticos y parecen adaptarse parcialmente al entorno del refugio después de dos semanas.
Los investigadores concluyen que la identificación de la actividad nocturna apoyada por sensores puede ser una herramienta adicional útil para las evaluaciones de bienestar en los refugios de animales.
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