La protectora El Refugio crea “El Proyecto Amparo”, para los animales de personas sin hogar que no pueden acceder a albergues municipales
La protectora El Refugio crea “El Proyecto Amparo”. Un programa que ofrece a personas sin hogar que lo soliciten, la posibilidad de que su pequeño sea acogido, para iniciar la búsqueda de una familia que quiera adoptarlo.
En la ciudad de Madrid, las personas sin hogar responsables de perros o gatos, que soliciten acceder a los albergues municipales con sus pequeños, deberán enfrentarse a un intrincado laberinto de requisitos, que probablemente concluye en una injusta situación de desamparo.
Actualmente, el número de personas y familias que se ven abocadas a una situación de exclusión, aumenta día a día a causa de la inestabilidad laboral y económica reinante. Si una persona sin hogar que tenga un perro o un gato, solicita plaza para pernoctar con su pequeño en cualquiera de los albergues municipales de la ciudad de Madrid, se encontrará ante la obligación de transitar por un intrincado laberinto de burocracia que, muy probablemente, concluirá con la imposibilidad de acceder a una de las escasísimas plazas existentes para dicho menester, quedando por tanto en situación de desamparo. Así lo ha transmitido Nacho
Paunero, Presidente de la protectora El Refugio, quienes han acogido esta semana a “Niña”, una perrita de 16 años que ha compartido toda su vida con una pareja, ahora sin recursos, que solicitó la ayuda de la protectora.
“Nieves y Ginés tenían una vida como la de la mayoría de la gente, con un trabajo que les daba para su manutención, y para tener una casa en la que poder vivir. El infortunio produjo que perdieran el trabajo y tras él, todo lo demás: se vieron los tres viviendo en la calle. En un principio, solicitaron al Ayuntamiento de Madrid una plaza en alguno de los albergues municipales, pero les dijeron que el acceso a los mismos no era posible con su perrita. Separarse de su pequeña era lo último que ellos harían en la vida y, ante la negativa, decidieron continuar los tres juntos viviendo en la calle. La dureza y el peligro que entraña la vida en la calle, sólo la conocen los que la sufren, y el dolor de tener que separarte de quien más quieres, también.
Un matrimonio que colabora con El Refugio los conoció en la calle, y conmovidos por su situación les hablaron de la labor que realizamos en El Refugio, y contactaron con nosotros para solicitar ayuda. Para intentar ayudar a paliar las duras consecuencias que estos animales sufren por esta realidad, hemos creado “El Proyecto Amparo”. Un programa que ofrece a personas sin hogar que lo soliciten, la posibilidad de que su perro o gato sea acogido por nosotros, para iniciar la búsqueda de una familia que quiera adoptarlo, garantizando así que tenga una vida sana, segura, y feliz. De esta forma, ellos tienen la tranquilidad de que su pequeño estará bien, y podrán acceder a solicitar plaza en algún albergue municipal, mejorando así su situación personal.
Quiero manifestar que la cantidad de plazas en albergues municipales para personas con animales nos parece insuficiente, para una población como la de Madrid, en la que hay tantos hogares con perros y gatos. Y resulta improcedente que faciliten información falsa o confusa a las personas que la solicitan, y que intentar cumplimentar los requisitos que exigen sea “como encontrar la aguja en el pajar”. Quisimos comprobar por nosotros mismos si realmente era tan difícil conseguir una plaza en un albergue para una persona con un perro, y por poner tan sólo un ejemplo, el primer requisito que nos pidieron fue “que teníamos que llevar un mes empadronados en la ciudad de Madrid, o un mes viviendo en la calle”.
Seamos sensatos: si te has quedado sin hogar, no puedes llevar un mes empadronado en Madrid porque para hacerlo, es imprescindible tener un domicilio fijo. Y a este nivel de surrealismo, el resto de pasos que nos hicieron dar, para no conseguir absolutamente nada que no fuera perder nuestro tiempo. Nos enviaban de un centro a otro, del otro al primero, luego a un tercero, sin efectividad, ni coordinación. Después de toda “la Yincana”, la conclusión es que nos hubiéramos encontrado en situación de desamparo.Creemos seriamente que el problema de exclusión que sufren cada vez más personas que conviven con animales, requiere mucha más transparencia y compromiso por parte del Ayuntamiento de una ciudad como Madrid. Desde El Refugio sabemos el inmenso dolor que produce la posibilidad de tener que separarte de tu compañero canino o felino; es la última cosa que a nadie nos gustaría tener que hacer. Pero si en algún caso, alguien entiende que la vida de su pequeño podría mejorar en el seno de otra familia, nosotros nos comprometemos a acogerlo para iniciar esa búsqueda hasta encontrarla. Sólo tiene que escribirnos a elproyectoamparo@elrefugio.org
Así lo estamos haciendo con la pequeña “Niña”; la primera perrita acogida por “El Proyecto Amparo”. Es un amor, súper cariñosa, muy alegre, y tiene 16 años. Esperamos poder encontrar muy pronto a quienes quieran abrirle su corazón y su hogar a este ángel sin alas. Si queréis conocerla, escribid a adopta@elrefugio.org y os organizamos un encuentro (a Nieves y Ginés les aportará algo de paz saber que su pequeña puede ser feliz viviendo en un hogar).