Perros detectores de enfermedades, estudio científico

Exploración del umbral olfativo canino en orina artificial para detección médica

El olfato del perro, comparado con el humano.

El olfato canino se estudia cada vez más como herramienta para detectar el cáncer y otras enfermedades. Estudios piloto previos han demostrado que los perros pueden distinguir eficazmente muestras positivas de muestras negativas en humanos con cáncer de mama, alcanzando índices de sensibilidad de hasta el 100 %.

Sin embargo, persisten dudas sobre la capacidad de los perros para detectar bajas concentraciones de compuestos orgánicos volátiles en medios complejos.

Si bien se han estudiado los umbrales de detección de los perros para el acetato de isoamilo utilizando un sustrato de aceite mineral, no existen estudios actuales sobre sus límites de detección utilizando sustratos más complejos como la orina, relevantes en entornos clínicos.

Este estudio piloto tuvo como objetivo evaluar el umbral olfativo de los perros utilizando orina artificial con diversas concentraciones de acetato de isoamilo.

Así se hizo el experimento
Dos perros fueron entrenados para detectar acetato de isoamilo, inicialmente usando agua como sustrato durante la fase de entrenamiento, y posteriormente usando orina artificial durante la fase de prueba, bajo condiciones de simple y doble ciego. Los perros fueron entrenados para indicar la presencia de soluciones de acetato de isoamilo sentándose frente a la muestra positiva e ignorando los controles.

El entrenamiento y las pruebas se llevaron a cabo en un entorno controlado, manteniendo la consistencia con los mismos dos manejadores, una metodología estandarizada y refuerzo positivo con recompensas de juguete.

Con base en los rendimientos de doble ciego, los resultados mostraron un umbral mínimo de detección de 6.7 x 10-9 Molar (M) para Nougaro (Springer Spaniel) un perro y 2.1 x 10-7M para Prince (Labrador Retriever).

La edad de la muestra no afectó el rendimiento. Sin embargo, la posición del cono sí lo hizo, con mayores tasas de fallo para el primer cono en comparación con los otros tres.

Estos hallazgos subrayan el potencial de los perros entrenados para detectar compuestos orgánicos volátiles a concentraciones muy bajas en sustratos complejos, lo que respalda su uso en el diagnóstico clínico.

• Más información: Estudio completo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *