La agresividad canina NO depende de la raza

Estudio sobre agresividad canina

La agresividad canina NO depende de la raza, y SÍ de las experiencias vividas por cada perro.

Aunque las leyes que pretenden manejar el problema de los llamados «Perros Potencialmente Peligrosos» suelen centrarse en diferentes variables entre las que destaca la pertenencia a alguna de las razas estigmatizadas, lo cierto es que los diferentes estudios demuestran que la agresividad canina dirigida hacia las personas no tiene en la raza de los perros una variable significativa.

Estudio sobre agresividad canina dirigida a las personas
La consecuencia para los perros que muestra agresión hacia las personas es a menudo la eutanasia o el abandono. La agresión es también un problema de salud pública para las personas.

Los objetivos de este estudio fueron estimar el número de perros que muestran agresividad hacia las personas en tres contextos (personas desconocidas al entrar, o fuera de la casa, y miembros de la familia); identificar si estos episodios de agresión co-ocurren, e investigar los factores de riesgo para la agresión en cada contexto utilizando un análisis multivariable.

En esta muestra entre dueños de perros del Reino Unido, la agresión (definida como ladridos, arremetiendo, gruñir o morder) hacia personas desconocidas era más común que la que se desarrollaba hacia miembros de la misma familia. La mayoría de los perros no mostraron agresión en múltiples contextos, lo que sugiere que este comportamiento puede ser una respuesta aprendida a situaciones en lugar de una característica general de los individuos.

Los propietarios de más edad eran menos propensos a reportar agresión dentro de la familia o agresión dirigida a personas desconocidas al entrar en la casa. Las propietarias femeninas también eran menos propensas a reportar la agresión a los visitantes.

Sin embargo, el aumento de la edad del perro se asoció con un mayor riesgo de agresión a personas que no conocen tanto al entrar como fuera de la casa. Las perras castradas tenían un menor riesgo de agresión en los tres contextos.

Los perros de los grupos de utilidad (tal como se define por el Kennel Club del Reino Unido) tenían un mayor riesgo de agresión a miembros de la familia en comparación con los cruces, aunque los análisis no identificaron ningún aumento de los riesgos específicos por la raza.

Los perros de caza tienen un menor riesgo de agresión a personas que no conocen tanto al entrar como fuera de la casa.

Si los propietarios adquirieron su perro resultó ser un factor de riesgo para la agresión hacia los miembros del hogar.

La asistencia a clases de cachorro redujeron el riesgo de agresión a personas que no conocen tanto dentro como fuera de la casa.

La agresividad canina NO depende de la raza, y SÍ de las experiencias vividas por cada perro.

Sistemas de educación/adiestramiento
El uso del castigo positivo o métodos de entrenamiento basados en ​​refuerzo negativo se asociaron con mayor riesgo de agresión a familiares y no familiares fuera de la casa.
Sin embargo, es importante destacar que -para todos los tipos de agresión- las variables medidas explican una variación relativamente pequeña (<10%) entre animales agresivos y no agresivos, lo que sugiere una mayor importancia de los factores específicos de la experiencia de los perros como individuos en el desarrollo de agresión.

Estos datos sugieren que, si bien las características generales de los perros y los dueños pueden ser un factor en el nivel de la población, sería inapropiado hacer supuestos sobre el riesgo de un perro en cuanto a agresión a las personas basándose en características tales como raza.

¿Y entonces por qué se hacen las leyes así?
Lo cierto es que en realidad las leyes para la gestión de los perros potencialmente peligrosos serían en realidad leyes para la gestión y manejo de perros que por sus características físicas tienen capacidad para causar lesiones graves o la muerte. Algo parecido a lo que sería -por ejemplo- conducir un coche, una actividad inofensiva, pero con la que existe la posibilidad de causar lesiones.

• Más información: Puedes acceder aquí al estudio completo.

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