Los perros podrán visitar a los niños hospitalizados en Rey Juan Carlos

El Hospital Universitario Rey Juan Carlos pone en marcha un programa de visitas caninas para los niños hospitalizados

El Hospital Universitario Rey Juan Carlos pone en marcha un programa de visitas caninas para los niños hospitalizados.

El Hospital Universitario Rey Juan Carlos de MóstolesEste enlace se abrirá en una ventana nueva, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid acaba de poner en marcha un proyecto para hacer más llevadera la estancia de los más pequeños en el hospital.

Consiste en un programa de visitas caninas en las que, cada martes, de 17:00 a 18:00 horas, los niños hospitalizados podrán disfrutar de la visita de su perro en el propio hospital. Esta iniciativa se enmarca dentro del Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria impulsado por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid cuyo objetivo es promover actuaciones que garanticen la humanización de la asistencia sanitaria, a través de la personalización de la atención y a lo largo de todo el proceso asistencial.

El doctor Pablo Bello GutiérrezEste enlace se abrirá en una ventana nueva del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Rey Juan Carlos. Este enlace se abrirá en una ventana nueva explica que «el ingreso hospitalario es una circunstancia hostil para los niños porque supone que queden alejados temporalmente de su entorno habitual. Sin embargo, podemos humanizar la asistencia que prestamos a la infancia en los hospitales gracias a que dejamos que les traigan comida de su casa y sus juguetes a la sala de juegos, que usen su pijama… y ahora también que su perro esté con ellos, al menos, un rato. Con ello conseguimos una mejora de su estado anímico y general, que redundará en un cambio en el tedio que suponen las largas horas en el centro, así como una hospitalización más corta».

Este programa está disponible para pacientes que tengan entre 12 meses de edad y 15 años que se encuentren ingresados en el hospital y que tengan perro como animal de compañía. Para poder disfrutar de esta iniciativa es obligatorio que el perro cumpla con los siguientes requisitos: aquellos que no estén considerados como potencialmente peligrosos según el RD 287/2002 y correctamente vacunados. Antes de acceder al Hospital, el perro ha de ser cepillado convenientemente y prever que haya hecho sus necesidades, para evitar que durante la visita al Hospital tenga algún percance. Además, el doctor Bello recuerda que deberán estar acompañados en todo momento por un cuidador».

Y añade que «aquellos pacientes que requieran una atención especial en su proceso clínico tendrán que esperar a otro momento para ver a su perro. Por tanto, están excluidos de este programa los pacientes con algún tipo de aislamiento, los que necesiten oxígeno, tengan problemas de movilidad por su enfermedad o no se encuentren clínicamente estables. El resto pueden recibir su visita canina».

Vocación de ampliar
Esta iniciativa, pionera en el Servicio de Pediatría, persigue «una mejora en la calidad de la asistencia a nuestros pacientes, a través de esta humanización. La atención sanitaria no es sólo jarabes y pinchazos. Inicialmente se comienza con un día a la semana, pero con vocación de extenderse si la acogida de la iniciativa y el disfrute de la experiencia por los pacientes y familias es buena«, matiza el pediatra.

Los padres/tutores/cuidadores del paciente interesados en disfrutar de esta iniciativa deberán solicitarla a través del formulario correspondiente, disponible en el Servicio de Información y Atención al Paciente (SIAP) del Hospital Rey Juan Carlos. Una vez esté aprobada, el día de la visita canina un informador del centro facilitará un distintivo para perro y cuidador.

Por último, Eva Ochoa Moratinos, responsable del Servicio de Información y Atención al Paciente del Hospital Rey Juan Carlos, explica que «el principal propósito de esta iniciativa es el de atenuar el impacto que para la mayoría de los niños supone la estancia hospitalaria y conseguir arrancarles una sonrisa en un momento tan delicado. Estamos convencidos de que la experiencia será bien acogida por los niños, ayudándoles a que la ilusión por el reencuentro suponga un estímulo que ayude a la pronta recuperación».

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