Pienso seco (y otros alimentos para perros) y salmonella

El pienso seco que utilizamos habitualmente, puede ser fuente de infección por salmonella

En los últimos meses, se ha producido la retirada de la venta de miles de toneladas de pienso contaminado por salmonella. Las diferentes empresas que han identificado el problema (principalmente en EE.UU. y Reino Unido) han retirado los sacos contaminados ya desde sus plantas de producción por algún fallo en sus controles sanitarios. Aquí puedes ver la base de datos con los productos retirados por diferentes causas (no sólo salmonella), en la que se aprecia un drástico incremento en el año 2010 respecto a los anteriores. En el caso de la salmonella, se trata de fallos en las plantas de producción de estos alimentos. Enlace con «buenas prácticas de las plantas de procesado de alimento para mascotas«.

Qué es la salmonella
Lo que popularmente denominamos «salmonella» es una bacteria que produce la salmonelosis, enfermedad de trasmisión alimentaria caracterizada por diarrea, fiebre… El periodo de incubación oscila entre unas horas a unos pocos días. Son especialmente sensibles a la salmonelosis los niños inferiores a cinco años y los ancianos.

Cómo prevenir la salmonelosis
Se conoce desde hace tiempo la presencia de la bacteria salmonella en la piel de algunos reptiles y anfibios (mascotas exóticas), pero ha sido en el último año cuando se ha producido verdadera alarma alrededor de la comida destinada a perros y gatos.

Recordamos que la salmonelosis es especialmente agresiva con niños de edades comprendidas entre 0 y 5 años, que por precaución no deberían entrar en contacto con la comida de los perros.

Pautas a seguir:

• No comprar nunca sacos de pienso deteriorados o rotos.

• Compra sacos de pienso que vayas a gastar en un tiempo razonable (semanas, no meses).

• Verificar la fecha de caducidad.

• Almacenar en lugar fresco y con el saco cerrado.

•  Si es posible, evitar tanto guardar el pienso como dar de comer a los perros en la cocina o cerca de alimentos destinados a consumo humano.

• Lavar a menudo los platos donde comen los perros.

• Lavarnos las manos después de manipular el pienso para perros.

• Tirar el pienso sobrante (nunca dejarlo en su plato “por si quiere más después…”).