Prevención de mordeduras de perros, por un enfoque integral

La Prevención de mordeduras de perros no es solo cuestión de educación canina

La prevención de mordeduras de perros no es solo cuestión de educación canina.

En el ambiente «buenista» que nos rodea, últimamente se enfoca el problema de la Prevención de mordeduras de perros en un solo punto: educación del perro. Pero no es tan sencillo, se hace necesario acometer este problema desde (al menos) tres enfoques.

Y estos tres enfoques iniciales para la Prevención de mordeduras de perros son: La responsabilidad del dueño, la responsabilidad de la sociedad, y por último la responsabilidad de los criadores.

Responsabilidad del dueño en la prevención de mordeduras de perros: Toda persona que convive con un perro se compromete a darle la mejor calidad de vida posible, y eso incluye su salud física y mental. Los perros deben tener una buena educación -léase sociabilización del cachorro-, sin duda, pero también un estilo de vida saludable que cubra sus necesidades etológicas.

Responsabilidad de la sociedad en la prevención de mordeduras de perros: Partiendo del hecho de que la mayoría de las mordeduras de perros son a niños, es imprescindible que los padres (y los colegios) muestren a los niños lo que es una relación natural y normalizada con los perros. Cómo saludar a un perro, cómo no, cuándo no molestar y cómo reaccionar ante un perro desconocido. Ningún padre duda de la necesidad de enseñar a sus hijos a cruzar una calle, pero en los entornos urbanos la desnaturalización a llegado a tales extremos que los animales no existen.

La responsabilidad de los criadores: Sin duda hay criadores responsables, que ponen su esfuerzo y conocimientos al servicio de la mejora de tal o cual raza. Pero también hay (muchos) que crían solo y exclusivamente por el beneficio económico. Y esto significa que no existen controles veterinarios (no olvidemos que en muchos casos los episodios de agresividad canina tienen su origen en el dolor por un problema físico), ni por supuesto ningún control sobre el equilibrio mental de los progenitores (y el miedo, otro de los grandes responsables de las mordeduras, puede ser hereditario).

Y del criador particular mejor ni hablamos. Todavía hoy en día, hace apenas una semana, me comentaban sobre un perro (macho) cruce de pastor alemán, que sus problemas de agresividad se le podrían «pasar» montando a una perra…

Cómo NO saludar a un perro.

Por último, se podría añadir un último punto (el cuarto): la responsabilidad de los legisladores. Sí, los perros son compañeros domésticos del hombre (admitidos socialmente), que además contribuyen económicamente: Se crea economía alrededor, hay empresas de productos para perros, clínicas veterinarias, centros de adiestramiento, residencias… Así que los legisladores también deberían propiciar campañas informativas (no recaudadoras -licencias ppp por ejemplo ¿dónde va ese dinero?- o restrictivas, como se viene haciendo) para mejorar la convivencia de personas y perros.

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